Por Sara Lovera (SemMéxico)
Adelina Zendejas Gómez fue pionera del periodismo con mirada de mujer, en una época en que las redacciones de los diarios y revistas políticas eran ámbitos exclusivos de los hombres. Su obra mayor fue rescatar la historia de las mexicanas de 1821 a 1975. Una mujer comprometida con sus ideas y sus acciones. Vivió plenamente. Sus huellas aún hay que rescatarlas.
Nació en Toluca, Estado de México el 16 de diciembre de 1909 y murió en la Ciudad de México el 4 de marzo de 1993.
A los 84 años todavía fumaba y discutía. Leía ferozmente y lo hizo desde pequeña. Aprendió a leer a los cuatro años y a los 19 vino a la Ciudad de México, para ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria, ahí conoció a sus grandes amigas y amigos, aprendió en las instalaciones de San Idelfonso esa convicción social y militante que la acompañó toda su vida.
Fue comunista crítica, feminista, maestra de historia y civismo, reportera, hasta más allá de los 60 años; pionera de los estudios de las mujeres, indagó y rescató a las ancestras; leyó y escribió sobre la historia de nuestros feminismos. Investigadora incansable acudió a fuentes documentales y primarias.
Fue promotora de los derechos de las mujeres, organizadora de reuniones, oradora polémica y audaz; siempre estuvo convencida de que las mujeres trabajadoras serían la piedra de toque para el cambio.
Su recuerdo nos lleva a una mujer erudita, sencilla y con gran capacidad pedagógica; era feliz, siempre sonriente, platicadora, trabajadora y elegante. Generosa, sabía compartir sus conocimientos. Ayudó y orientó a varias historiadoras contemporáneas y es seguro que les compartió la información de su inmenso archivo; papeles, historias y documentos, que son fundamentales para la reconstrucción de hechos de la gran época de movilizaciones feministas en los años 30, de la que fue protagonista y testigo. También fue sindicalista y trabajadora social.
Formó parte del Partido Comunista Mexicano, al que renunció antes de 1960; participó en el Frente Único de los Derechos de la Mujer (1935), con Cuca García; estuvo en el Bloque Nacional de Mujeres Revolucionarias, de la Sociedad Leona Vicario y fue vice presidenta de la Unión Internacional de Mujeres Democráticas. Colaboró en la campaña de alfabetización en Cuba y presidió el Instituto de Amistad e Intercambio Cultural México-URSS durante 10 años (1964-1974).
Ejerció el periodismo, liso y llano, durante 65 años, publicó en diarios, revistas, agencias de noticias y televisión. Fue reportera, articulista, entrevistadora y comentarista en televisión. El 7 de junio de 1988, a los 79 años, recibió el Premio Nacional de Periodismo e Información en el género de crónica. Escribió en al menos 22 medios a lo largo de su vida.
Sostuvo una sección sobre mujeres 11 años en la revista magisterial, Senda Nuevo Tiempo y durante 17 años escribió dos veces por semana una columna llamada Ellas y la Vida en el periódico El Día (1963-1980), en una época de incorporación masiva de las mujeres al mundo del trabajo; fundó la Revista Maestra y nunca abandonó el relato de la condición social de las mujeres.
Como reportera inició en 1922, tenía 13 años; en 1928 cubrió la fuente policiaca y en 1929 reporteó la primera campaña presidencial de oposición que encabezó José Vasconcelos. Mandaba sus notas por el telégrafo del ferrocarril a Revista de Revistas y luego a la Revista Tiempo. Las huellas dejadas por Adelina se encuentran en los centenares de crónicas, reportajes, artículos de fondo, columnas y entrevistas.
Como una de las primeras investigadoras que rescatan el papel de las mujeres en la historia, nos dejó varios libros: “La mujer en la Intervención Francesa”, “La guerra: delincuencia infantil y juvenil”, “La crisis de la educación en México”, “Frida Kahlo en la preparatoria”, “El epistolario de Margarita Eustaquia Maza Parada o Margarita Maza de Juárez” y “La lucha y los derechos sociales de la mujer mexicana (de 1821-1975).
Su origen
Hija de un matrimonio estable y feliz integrado por el ferrocarrilero Manuel Zendejas Martínez, y de Carmen Gómez. Tuvo 4 hermanos, una mujer y 3 hombres. Ella fue la mayor. A los 11 años quedó huérfana de padre. Doña Carmen entonces hizo de todo para llevar el sustento a casa: vendió tamales, pasteles, cosía, fue dependiente de una tienda antigua llamada El Nuevo Japón y fue pionera en la instalación de cocinas económicas en la ciudad de México. Ruda y fuerte, decía Adelina la enseñó a trabajar y a no temer nunca a la vida.
Adelina contó que su padre fue arrestado varias ocasiones por sus ideas políticas. Eso significó grandes restricciones económicas en su casa. Ella sostuvo que estas experiencias la marcaron; algunas exégetas de su vida afirman que tal vez esas circunstancias la hicieron muy sensible ante las injusticias. A los 60 años reporteaba y escribía, sobre las mujeres que en la ciudad de México vivían en los barrios marginales y pobres; sus columnas eran reportajes encubiertos, documentados y testimoniales.
Adelina al cumplir 13 años comenzó a ejercer el periodismo. No es claro si un año más tarde, laboró en la primera época de la Revista Tiempo con el biógrafo de Pancho Villa el escritor Martín Luis Guzmán, lo que es un hecho es que este hombre le infundió seguridad y disciplina periodística. Siempre recordó esas enseñanzas. Luego escribió de todo, policiacas, diplomáticas, reportajes sobre huelgas y sindicatos; sobre las leyes y las discusiones internacionales; pero su inclinación central era escribir sobre los derechos de las mujeres. Fue sorprendente su capacidad de trabajo y su inventiva.
Fue amiga de personajes como Frida Kahlo, Tina Modoti, Magdalena Mondragón, Concha Michel, con quienes contemporizó principalmente en la Escuela Nacional Preparatoria; participó en el movimiento estudiantil que logró la autonomía universitaria (1929) . También fue amiga de Diego Rivera, de David Alfaro Siqueiros; de José Vasconcelos; de Amalia González Caballero de Castillo Ledón, de Enrique Ramírez y Ramírez; de José Revueltas, y después de Fidel Castro, Blas Roca y Ernesto Che Guevara en sus viajes y apoyos a la Revolución Cubana, en la época presidencial de Adolfo López Mateos.
Ejerció de maestra de historia y civismo en la secundaria 6 durante más de 20 años; A los 22 años ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, a pesar de que había hecho su bachillerato en Ciencias Biológicas, porque algún día había querido ser médica, como doña Matilde Montoya a la que le profesaba gran admiración. En sus archivos conservaba la invitación que se hizo cuando la primera médica mexicana fue homenajeada en los años 30.
Estudió algunos postgrados. No conservó testigos documentales de ello. Su maestría decía “la hice en la calle, reporteando y armando reuniones y congresos”.
Entre los medios donde hizo periodismo están: El Universal Gráfico, Revista de Revistas, El Nacional, El Popular, El Universal, Excélsior, Últimas Noticias, el diario El Día, las revistas Educación, Tésis, Siempre¡, Así, El Hogar, Magisterio, Senda Nuevo Tiempo, Flama de la organización Bloque de Mujeres Revolucionarias, la revista de la UNAM, la oficial de Ferrocarriles Nacionales, y fue corresponsal 9 años de Noticias Hoy de La Habana, Cuba.
En 1956 participó en la fundación de dos revistas: Magisterio y La Maestra.
En 1963, formó parte del grupo de comunistas que crearon en el periódico El Día y empezó a escribir la columna “Ellas y la vida”, firmando como Yolia, un espacio que ocupó dos veces por semana y según las circunstancias, hasta 5 días a la semana.
También desempeñó responsabilidades públicas: dirigió brevemente la Escuela Taller para Obreros. Fue designada por Adolfo López Mateos, para colaborar directamente con tareas de apoyo a la construcción del nuevo estado cubano, como resultado de la Revolución de 1959.
Entre el 14 y el 16 de abril de 1961, según le contó a la periodista Margarita García Flores participó en el Encuentro de Mujeres de México, Centroamérica y del Caribe al que asistieron mujeres destacadas como Clementina Batalla de Bassols, Rosario Castellanos, Adriana Lombardo, Rosaura Revueltas, Macrina Rabadán, Margarita Paz Paredes, Sol Arguedas y veteranas del movimiento revolucionario y sufragista como Eulalia Guzmán, Concha Michel y la mesenas e inspiradora María Asúnsolo Morán.
También fue delegada en la Primera Conferencia Mundial de Trabajadores, participó en la fundación del Frente Único Pro Derechos de la Mujer. Fue presidenta del Instituto de Amistad e Intercambio Cultural México-URSS (1964-1974). Estuvo en la fiesta que dio origen a la revista feminista FEM.
Adelina Zéndejas, recibió distinciones como la Medalla de Veteranas de la Unión de Sociedades de Amistad e Intercambio Cultural con los pueblos de la URSS (1975), la de Caballero de la Amistad del Soviet Supremo de aquel país (1982) y el Premio Nacional de Periodismo y de Información en el género de crónica (7 de junio de 1988).
En 1988, Adelina Zendejas Gómez recibió el Premio Nacional de Periodismo, tras 60 años de ejercer la profesión.
Entre sus obras como una de las primeras investigadoras que rescatan el papel de las mujeres en la historia, publicó “La mujer en la Intervención Francesa”, Una antología de las cartas de Margarita Maza de Juárez; “La guerra: delincuencia infantil y juvenil”, “La crisis de la educación en México”, y “Frida Kahlo en la preparatoria”.
Adelina fue excelente anfitriona. Durante una década recibió en su casa a un grupo de amigas, hoy mujeres célebres e históricas; amante de la cocina, recibió halagos por sus moles, ensaladas, platillos tropicales.
Tremendamente humana fue siempre solidaria y un apoyo para las mujeres comunistas, para las jóvenes periodistas e historiadoras. Llegó a cuidar hijos de sus camaradas, hombres y mujeres. Ella, que se casó una vez, también tuvo un hijo que murió siendo bebé. Humana a rabiar, tuvo amores y desamores.
Murió el 4 de marzo de 1993 a los 84 años de edad, en la ciudad de México.
Escucha la serie radiofónica Adelina Zendejas, Mujer revolucionaria y convicta del materialismo dialéctico y conoce más sobre la vida ejemplar de esta gran mujer y acompáñanos a un recorrido por la Historia de México, de la etapa revolucionaria al Vasconcelismo (1a. Temporada) y del Maximato de Calles al Cardenismo. ( 2a. temporada).
Adelina Zendejas fue compañera de Frida Kalho en la Preparatoria, Participó en la campaña electoral para la Presidencia de la república de José Vasconcelos, la cual abandonó por diferencias ideológicas con él y prefirió regresara a la Universidad y dar la lucha por la autonomía universitaria.
Adelina fue amiga de Tina Modotti, Matilde Rodríguez Cabo, María Esther Chapa, Cuca García y otras destacadas feministas y sufragistas mexicanas, cuya lucha conocerás a lo largo de esta serie radiofónica.
Esta es una serie de 20 capítulos transmitida por Radio Voz de Mujer en el marco del programa de la Secretaría Nacional de Igualdad de Géneros del PRD, para el Empoderamiento y Fortalecimiento Político de las Mujeres. Sólo dale clic en los siguientes enlaces:
Primera temporada (10 capítulos)
Segunda temporada (10 capítulos)
viernes, 16 de diciembre de 2016
Adelina Zendejas, luchadora incansable por los derechos de la mujer y del niño. Mujer revolucionaria y convicta del materialismo dialéctico
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